La psicoterapia rara vez es un procedimiento peligroso; y un tratamiento psicológico puede ser ineficaz pero rara vez es nocivo.

Existen muy pocas contraindicaciones para los tratamientos psicológicos y solo se refieren al uso exclusivo de la psicoterapia sin el uso de terapias físicas simultáneas, en algunos graves trastornos psiquiátricos.

En caso de: psicosis aguda, depresión severa, hipomanía, enfermedad cerebral orgánica, trastorno de personalidad grave o anorexia nerviosa, cualquier tratamiento psicológico debe combinarse con alguna terapia física.

En estos casos, es obligatoria una evaluación previa de un médico (preferiblemente un especialista en psiquiatría).

Además, en estos casos, cualquier tratamiento psicológico debe iniciarse solo si está incluido en un plan de tratamiento integral, es decir, un plan, que ha sido prescrito por un psiquiatra.

En cualquier caso, si cree que necesita psicoterapia para el tratamiento de un trastorno mental o para el alivio de un síntoma físico, lo mejor es pedirle a su médico de familia una evaluación precisa de su problema.