Las personas con trastorno esquizotípico de la personalidad carecen de habilidades sociales e interpersonales. No pueden tener relaciones sociales cercanas y sentir incomodidad en situaciones sociales. Para las personas que rodean a una persona con un Trastorno esquizotípico de la personalidad, la persona muestra un comportamiento raro y extraño con una tendencia a retractación social.
Además, sufren distorsiones de la percepción y la cerebración, que es bastante similar a los defectos cognitivos que ocurren en la esquizofrenia (Más). Esta es la razón por la cual las personas con trastorno esquizotípico de la personalidad tienen un mayor riesgo de desarrollar esquizofrenia (Más).
Estos síntomas son, por ejemplo:
- Ideas paranoicas
- Despersonalización (Más información)
- Desrealización
- Supersticiencia
- Etc.
Debido a estos síntomas esquizofrénicos, en el ICD-10 este trastorno se clasifica en Esquizofrenia (Más).
Además, este trastorno de la personalidad a menudo coincide con el trastorno límite de la personalidad (Más).
Criterios diagnósticos del DSM-IV
los DSM-IV (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, Cuarta Edición) describe el Trastorno esquizotípico de la personalidad como un patrón generalizado de déficits sociales e interpersonales marcados por una incomodidad aguda y una capacidad reducida para las relaciones cercanas. así como por distorsiones cognitivas o de percepción y excentricidades de la conducta, comenzando en la adultez temprana y presentes en una variedad de contextos, según lo indicado por cinco (o más) de los siguientes:
- ideas de referencia (excluyendo delirios de referencia);
- creencias raras o pensamiento mágico que influye en el comportamiento y es inconsistente con las normas subculturales (por ejemplo, superstición, creencia en la clarividencia, telepatía o "sexto sentido"; en niños y adolescentes, fantasías extrañas o preocupaciones);
- experiencias perceptuales inusuales, incluidas ilusiones corporales;
- pensamientos y expresiones raras (p. ej., vagas, circunstanciales, metafóricas, excesivamente elaboradas o estereotipadas);
- sospecha o ideación paranoica;
- afecto inapropiado o restringido;
- comportamiento o apariencia que es extraña, excéntrica o peculiar;
- falta de amigos cercanos o confidentes que no sean familiares de primer grado;
- ansiedad social excesiva que no disminuye con la familiaridad y tiende a asociarse con miedos paranoicos en lugar de juicios negativos sobre uno mismo.
Para justificar este diagnóstico, los síntomas no deberían ocurrir exclusivamente durante el curso de la esquizofrenia (Más), un trastorno del estado de ánimo con características psicóticas, otro trastorno psicótico o un trastorno generalizado del desarrollo (Más).